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21 de enero de 2024

Vigilando el cauce del Duero desde el Puente de Marialba

Después de las lluvias caídas durante la semana, unido al deshielo producido por las mismas, el cauce del río Duero ha experimentado una gran crecida. Hoy nos hemos erigido en vigilantes de esta y lo hemos hecho aguas arriba de Zamora, desde el Puente de Marialba.


24 de septiembre de 2023

A Sanzoles y más allá

A pesar de llevar ya unos cuantos años recorriendo la provincia en bici y, sobre todo, Zamora y su alfoz, no dejamos de sorprendernos de encontrar nuevos caminos y nuevos lugares, incluso por zonas en la que ya hemos estado varias veces. Hoy, por la zona de Sanzoles, lo experimentamos.

26 de febrero de 2023

En busca de nieve..., encontramos barro

El jueves de esta semana nevó en prácticamente toda la provincia de Zamora. En la capital, al día siguiente, ya no quedaba rastro de nieve por ninguna parte, sin embargo sabíamos que en las zonas altas y sombrías aún quedaban restos, así que decidimos ir en su busca. Y haberla la había, pero también nos encontramos barro arcilloso por muchos de los caminos por los que teníamos que ciclar, así que la segunda mitad de la ruta ha sido un desastre.

12 de febrero de 2023

Contralaire (que no hubo) en torno al Duero

Ayer consultamos una app que realiza previsión del viento y nos indicó que hoy iba a soplar del este y que iba a hacerlo con una velocidad en torno a los 30 km/h, habiendo rachas de más de 43 km/h. Viendo esto decidimos cambiar la ruta que íbamos a realizar y trazar una que, en la ida fuera contra el aire, para dejarse empujar por él a la vuelta. Hoy fuimos y vinimos, pero del viento apenas ni rastro.

10 de abril de 2022

Pino de Gema 3.0 y ribera del Duero

El Domingo de Ramos quiso vestirse de sí mismo y nos regaló una mañana primaveral y espléndida para disfrutarla, y así lo hicimos. Primero yendo por una vía inédita para nosotros hasta el famoso Pino de Gema y después bordeando el río Duero, desde cerca de Villalazán hasta después de Villaralbo.

6 de marzo de 2022

Al Pino de Gema disfrutando de los almendros

Si algo caracteriza a este grupo es que procura no repetir rutas y busca la variedad. Sin embargo hoy ha hecho una excepción gracias a la generosidad de algunos de sus miembros, los que protagonizaron un bonito recorrido el Domingo pasado y no les importó repetirlo hoy para que lo disfrutáramos los que no estábamos en esa ocasión.

2 de enero de 2022

Rutas Detox después de tanta fiesta

Después de tanta fiesta, tanto comer y tanto beber, los cuerpos pedían hacer algo de ejercicio y desintoxicar, pero con mesura, que tampoco se trataba de morir en el intento. Así que tanto ayer como hoy hemos hecho sendas rutas de pocos kilómetros, con alguna zona exigente, pero disfrutonas. Además, la de esta mañana nos dio la oportunidad de ver las famosas Tablas de Arcenillas.

1 de noviembre de 2021

Hasta El Viso evitando el barro

Este puente de Los Santos no deberíamos haber estado aquí, en Zamora, sino en la Montaña Palentina. Esas eran nuestras intenciones y en ello teníamos puestas ilusiones desde hacía varias semanas. Pero las catastrofistas previsiones meteorológicas para este fin de semana hicieron que canceláramos la estancia en nuestro alojamiento el miércoles. Después de la cancelación esas previsiones empezaron a mejorar y ahora todos hemos podido comprobar que se equivocaron muchísimo. Pero como esto ya no tenía remedio decidimos salir hoy en bici, si no llovía...


25 de junio de 2021

Nocturna con luna de fresa

A la primera luna llena del verano se la denomina "luna de fresa", por su color rojizo. Como no nos la queríamos perder programamos una ruta nocturna para verla, eso sí, desde la bici.

13 de junio de 2021

Mojándonos hasta Toro

Dentro de poco más de quince días comenzaremos nuestra gran ruta del verano. Las etapas serán largas y con mucho ascenso, así que, poco a poco, hay que ir preparándose. Ahora que las fechas se van acercando ya toca hacer rutas largas para acostumbrarse a los kilómetros y al tiempo de estar sobre el sillín. Por eso hoy hemos ido hasta Toro, bueno, casi hasta Toro. Nos quedamos en el Puente Románico.

2 de mayo de 2021

Acompañando al "Trío del Duero" casi hasta Toro

El año pasado por estas fechas dos bíkers tenían previsto hacer la Senda del Duero (GR-14), desde Zamora hasta el nacimiento del río, en los Picos de Urbión (Soria). Las circunstancias por todos conocidas obligaron a posponerlo y hoy, con un componente más, la han comenzado. Los hemos llamado el Trío del Duero. Los que nos quedamos con inmensas ganas de acompañarlos hemos hecho hoy los primeros kilómetros junto a ellos. Ya cerca de Toro los despedimos. ¡Mucha suerte, amigos; y que lo disfrutéis!

1 de enero de 2021

Una de trámite para empezar el año

Después de las copiosas cenas de Nochevieja una buena forma de empezar el año es rodando en la bici un par de horitas, en plan tranquilo, sin madrugar... Ese fue nuestro propósito, después algunos factores lo complicaron todo un poco, pero aún así conseguimos quemar parte de esas cenas y pasar un buen rato.

25 de octubre de 2020

38 km ganados al viento y a la lluvia

Realmente hoy le hemos ganado 38 km al viento y a la lluvia, porque según estaba la mañana y según eran las previsiones, que últimamente nunca fallan, lo normal habría sido quedarse en casa, como hicieron los sensatos de este grupo (co, co, co, co...). Pero dos decidimos desafiar a Eolo y a la lluvia y logramos ganarles esos kilómetros, que si nos hubiéramos quedado en casa no habríamos hecho.

26 de enero de 2020

Hasta el Viso y más allá (en busca del sol)

Dicen que las bicicletas son para el verano y eso debe ser lo que, en algunas ocasiones, piensan algunos de los integrantes de este club, o al menos lo parece, porque hoy tan solo cuatro nos presentamos a la cita matutina. Algunos tienen excusa, pero otros no ;)

A los cuatro que nos presentamos nos esperaba, como ya casi empieza a ser habitual, una densa capa de niebla y 2º de temperatura. Más de uno al abrir la ventana se lo pensó, pero al final se impuso el vicio de pasar un rato sobre la bici y con los amigos.

Dejamos atrás Zamora cruzando el puente de Cardenal Cisneros, al terminar bajamos las escaleras que comunican con el Camino Viejo de Villaralbo, si bien nada más empezar a rodar por este nos fuimos hacia la bifurcación de la izquierda, que lleva a Villaralbo igualmente.


5 de enero de 2020

Hasta Venialbo, a pesar de la niebla

El pasado Domingo más de uno dijimos que los días con niebla y fríos era mejor no salir. Esta mañana había niebla y 2 bajo cero y, sin embargo a las 9.30 estábamos 7 bíkers (más uno que se unió más tarde al grupo) en el lugar de costumbre. Somos hombres de poca palabra, está claro, y empezamos a sospechar que esto tiene algo de vicio...


9 de diciembre de 2019

Lección de barro

Hoy hemos aprendido, o mejor dicho, recordado, que hay varios tipos de barro: el botijero, que es el más odiado por los amantes de la bici y el "de toda la vida", que salpica, mancha, resbala...

Cuando salimos a las 9.30, los cinco que formábamos el grupo imaginábamos que barro íbamos a tener, porque el otoño ha sido muy lluvioso y en los últimos días había llovido bastante, pero la verdad es que no esperábamos tanto, ni tan molesto.

Los primeros kilómetros los hicimos sin problema, primero bordeando el río, después cruzando el Puente de Piedra, para seguir por el barrio de Cabañales y terminando en la rotonda del Cementerio. Allí continuamos por el llamado carril bici Zamora-Morales, pero al llegar a la zona de El Cristo lo abandonamos, pasamos junto a la ermita para rodar después por la vía de servicio y seguir por la carretera los últimos metros antes de llegar a esa localidad.



19 de septiembre de 2019

Nocturna de final de verano

La primavera pasada nos quedamos con ganas de hacer una ruta nocturna y unos por otros al final no lo conseguimos. Ahora, al final del verano, hicimos una nueva propuesta y finalmente cuatro pudimos hacerla. La propuesta era para realizar un recorrido sencillo, el hecho de salir de noche no significa que haya que arriesgarse a una caída.

Salimos de la Ciudad Deportiva aún con sol y siguiendo la orilla del río llegamos hasta el Puente de Piedra.



Tras cruzar el puente continuamos por Cabañales, seguimos hasta pasado el auditorio Ruta de la Plata y tomamos el llamado "carril bici" que une Zamora con Morales del Vino.

Ascendiendo la cuesta que hay entre la carretera de El Perdigón y el propio Morales vimos ya las últimas luces del día.


Tras cruzar Morales del Vino cogimos el camino de Pontejos. En ese tramo empezamos a probar nuestros focos.


Poco después de entrar en Pontejos giramos a la izquierda, salimos del pueblo y tomamos el camino que va a Arcenillas. Tras rodar por la recta que une ambas localidades llegamos a esta última. Ya en ese tramo la iluminación empezaba a ser necesaria.


Rodamos por algunas calles de Arcenillas y terminamos saliendo a un camino que, tras recorrer unos cientos de metros, se une a una gran recta que va hasta poco antes de Moraleja del Vino. Aquí sopesamos si hacer el recorrido previsto, que era de unos 50 km, o acortarlo algo para disfrutar más tiempo al llegar de una cerveza, unas tapas y un rato de charla. Evidentemente optamos por la segunda opción, así que continuamos por el camino que une Moraleja con Bamba. Lógicamente en este tramo ya era noche cerrada, así que no mucho después llegó un momento en el que no teníamos muy claro si estábamos en el camino correcto o nos habíamos equivocado. Tanto es así, que creíamos que las luces que veíamos al fondo eran las de Madridanos. Pero al ver las primeras edificaciones nos dimos cuenta de que era Bamba.

Desde este pueblo a Madridanos lo hicimos por el camino asfaltado que une las dos localidades y, como están muy próximas lo realizamos en muy poco tiempo.


Cruzamos el pueblo de lado a lado hasta llegar al GR-14, que tomamos para iniciar el regreso a Zamora. Rodando por este, al pasar por entre los maizales, al ser de regadío, se notaba muchísimo fresco, pero el resto del tiempo la temperatura era agradabilísima.



En este tramo se impuso un ritmo de crucero que hizo que lo recorriéramos en muy poco tiempo. Y ya en la recta que enfila hacia Villaralbo rodamos a más de 32 km/h, probablemente impulsados por las ganas de esa cañita que nos esperaba al final.

De Villaralbo a Zamora lo hicimos por el llamado Camino de San Miguel y también a muy buen ritmo.


Al llegar a Zamora paramos en uno de los bares cercanos a la Ciudad Deportiva y allí hicimos lo prometido, tomar una caña y unas tapas y charlar de las pasadas vacaciones y de la ruta a realizar en diez días, la Transculebra, de Puebla de Sanabria a Zamora por caminos. De ella hablaremos muy pronto...

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7 de abril de 2019

A "El Viso" en busca de buenas vistas

Hoy la primavera quiso hacerle un guiño al invierno y se disfrazó de este, forzándonos a descolgar la ropa de abrigo que ya habíamos guardado en los armarios pensando que ya no lo usaríamos más esta temporada.

Y es que partimos de la Ciudad Deportiva a las 8.45 h con 3 grados de temperatura, eso sí, el sol acompañaba y se agredecía. Lo que no se agradecía en absoluto era la brisita del norte que también quiso ser protagonista. Menos mal que de entrada no nos daba de cara.

Los cinco bíkers que salimos iniciamos la ruta rodando en paralelo al río en dirección al Puente de Piedra. Cruzamos este, seguimos por San Frontis para coger el GR-14. A pesar del fresco la mañana era espléndida.


Antes de llegar al Brocal de las Promesas giramos a la izquierda para seguir por un camino que, en línea recta, lleva hasta Morales. Este camino va ascendiendo poco a poco, no en vano hay que salvar los 50 m que diferencian la altitud de esta localidad y la de Zamora.


Cruzamos la carretera de Entrala y poco después nos estaba esperando el sexto bíker que había salido al encuentro desde Morales.

Atravesamos esta localidad y cogimos el camino de Pontejos, de nuevo otra pequeña ascensión para que los más frioleros terminaran de entrar en calor.



Poco después de entrar en el pueblo giramos a la izquierda para atravesar este y salir de él por el camino de Arcenillas, pero tras subir la primera cuesta giramos a la derecha para continuar por un camino de muy buen firme que terminó por llevarnos a la carretera que une Cazurra y Casaseca de las Chanas. Tras rodar como un kilómetro por asfalto entramos en esa localidad.

Tras cruzar Casaseca enseguida vimos nuestro destino a lo lejos, El Viso, pero a pesar de que rodábamos de frente a él tuvimos que volver a la izquierda porque el camino que transitábamos poco más allá no tenía continuidad. Entre pueblo y pueblo íbamos disfrutando de le época más bonita del campo en esta zona.




Rodamos unos cientos de metros en esa dirección pero enseguida volvimos a girar, en esta ocasión a la derecha, y poco después a la derecha de nuevo, para seguir por un camino que ya volvía a tener la dirección de El Viso.

Este camino, que es una gran recta, nos llevó hasta casi los pies de nuestra meta (volante) sin más novedad que pudimos rodar por él bastante rápidos porque el firme acompañaba, y el viento no nos molestaba (aún). Además seguíamos disfrutando de unas vistas espléndidas.


Y así, en poco tiempo llegamos hasta las proximidades del gran repetidor. Giramos a la derecha y enfilamos la recta desde donde parte la subida. Pero antes de empezar esta hay que recorrer unos 500 metros de suave ascenso que sirve de precalentamiento. Y en cuanto volvíamos la cabeza nos encontrábamos bonitas estampas como esta:


Comenzamos la ascensión. Los primeros metros ya sabemos que se hacen bien, después viene un tramo que quizás sea el más duro, evidentemente por su inclinación. Tras pasar la primera curva la ascensión se suaviza y permite recuperar el aliento y bajar algún piñón. Tras la segunda curva vuelve un repecho duro que sigue tras la siguiente. Una vez superada esta sigue la dureza pero los que hemos subido más veces sabemos que tras la siguiente se divisan ya dos señales que nos indican que ya falta muy poco para coronar. Superadas las dos la ascensión se suaviza de nuevo y, se corona.

Como subimos cada uno a nuestro ritmo, arriba fuimos llegando por etapas, primero llegaron dos unidades, después una, le siguieron otras dos y, finalmente las dos últimas.


Mientras llegaban unos y otros aprovechamos para hacer fotos de las impresionantes vistas que se pueden disfrutar desde estas alturas.





Una vez todos reunidos aprovechamos para comer algo antes de iniciar el descenso. Tras la breve parada volvimos a subirnos a las bicis para disfrutar de la bajada.




Tanto nos emocionó el descenso que el que iba el primero no se dio cuenta de que al llegar abajo había que volver a la derecha y lo hizo en sentido contrario. Pero como todo tiene arreglo, más adelante volvimos a la derecha para tomar dirección Madridanos, donde podríamos reencontrar de nuevo el track.

En ese tramo también rodamos rápido y sin problemas porque el terreno acompañaba, y salvo en el descenso, el aire no nos daba todavía de frente.


Tras llegar a Madridanos tomamos el GR-14 y nos topamos con el viento de frente. No era excesivo, pero sí lo suficiente molesto como para restar velocidad y acrecentar la sensación de frío. Por este camino fuimos haciendo abanicos y gracias a eso logramos mejorar algo nuestra velocidad.

Tras rodar unos cuatro kilómetros por la Senda del Duero la abandonamos para girar a la derecha y seguir por un camino que terminó por llevarnos hasta la carretera de Villalazán. La cruzamos y tomamos otro que nos llevó a encontrarnos con el río Duero. Seguimos por su orilla y el caminó empezó a perderse. Continuamos por la hierba pero llegó un momento en el que ya no se podía pasar, así que dimos la vuelta y buscamos un camino parlalelo al que intentábamos seguir.


Lo encontramos enseguida y ya continuamos por este, algo más alejados del río pero aún pudiendo ver bonitas estampas de este.


Continuamos rodando por este camino pero, en un momento dado, lo abandonamos girando a la izquierda y entrando en uno asfaltado que nos llevaría hasta Villaralbo.


Tras cruzar esta localidad volvimos al encuentro con el río y rodamos en paralelo a él, primero por la antigua carretera y después por el camino que seguimos habitualmente.

Aunque seguíamos con el viento de cara continuamos haciendo abanicos de dos o de tres y este se hacía más llevadero y nos permitía rodar a buen ritmo. Cuando llegamos a Zamora, al ver la hora que era, nos dimos cuenta de que habíamos hecho una buena media.


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24 de marzo de 2019

Hoy hasta El Culo del Mundo

Hoy de nuevo volvimos a estar casi al completo, tan sólo no faltaban dos bikers para estar todos. Los siete que estábamos quedamos a las 9,00 h. en la C.D. para tratar de hacer una ruta que no nos ocupara mucho tiempo pero que tampoco fuera un paseíto.

Así que la iniciamos cruzando el puente de Cardenal Cisneros, bajando las escaleras al terminar este para rodar hacia Villaralbo, primero por asfalto, pero después este se convierte en camino hasta casi la entrada del pueblo. Este tramo, como suele ocurrir siempre, lo hicimos a ritmo tranquilo, charlando, contándonos las novedades de la semana y disfrutando de la mañana que, en esta ocasión estaba muy agradable, con un sol espléndido y casi 8 grados de temperatura.


Atravesamos Villaralbo por calles inéditas pero que nos llevaron al mismo camino de siempre, a la larga recta que termina al encontrarse con el GR-14. Tras recorrer esta nos incorporamos a la Senda del Duero dirección Toro.

El ritmo se fue incrementando poco a poco y ya íbamos acercándonos a nuestra media habitual. Por eso no tardamos demasiado tiempo en llegar a Madridanos.


Cruzamos esta localidad y nada más superar un pequeño repecho que hay tras la Finca de la Diputación comenzamos a ver a lo lejos nuestro destino: Las Contiendas, popularmente conocido como El Culo del Mundo.

Siendo ya marzo los cultivos empiezan a estar ya en pleno apogeo y en esta zona daba gusto mirar a ambos lados del camino y encontrar fincas llenas de verde, de un verde que transmite vida, a pesar de la sequía.


Según nos acercábamos a Las Contiendas, iba creciendo por momentos y cada vez que mirábamos hacia arriba nos parecía más alta.





Bordeamos Las Contiendas en paralelo y cuando ya teníamos Sanzoles a la vista y El Viso a nuestra derecha, giramos noventa grados para comenzar a ascender.







Al comienzo la subida es ligera, unos metros más adelante la inclinación es mayor y cuesta más, evidentemente, y cuando ya falta poco para coronar hay un tramo que incrementa la inclinación y una curva, pasada la cual se hace un último esfuerzo y ya la subida comienza a serenarse y da tiempo a coger resuello.

Pero lo peor de todo no es esto, sino que cuando uno piensa que ha terminado la cuesta es cuando se equivoca, porque es cierto que primero se desciende a lo largo de unos cientos de metros, pero seguidamente aparece otra subida, menos inclinada que la primera, pero que al ascenderla cuando las fuerzas aún no están recuperadas también cuesta lo suyo, sobre todo el último repecho, en el que las ruedas agarran poco.

En ese punto es donde realmente termina la ascensión, así que allí paramos para reagruparnos, ya que cada uno había subido a su ritmo y hubo mucha diferencia del primero al último. Una vez reagrupados seguimos nuestro camino, que en ese momento consistía en seguir el via crucis de aerogeneradores. Y para hacerlo realmente es seguir como un vía crucis porque hay innumerables sube y bajas en el camino que comunica todos.



En un momento dado, sobrepasados ya varios de ellos, desde el camino se pueden contemplar una espectaculares vistas de todo el valle.


Aprovechamos ese punto para reagruparnos de nuevo y para comer algo quien tenía necesidad.


Enseguida volvimos a las bicis y continuamos siguiendo el camino marcado por los molinos, que continuaba subiendo y bajando pero más suavemente.



Desde esta zona las vistas de Las Contiendas son espectaculares. Hay una teoría que dice que pudieron ser canteras romanas para construir Ocellum Durii, para muchos situada al pie de este macizo rocoso. Lo cierto es que esas incisiones en la roca, esos canales perpendiculares y paralelos no parecen ser sólo producto de la erosión.


Tras este tramo de excelentes vistas apareció una rampa que nunca hemos podido con ella, hoy tampoco, ni siquiera el biker que lleva una bici asistida. No es sólo por la rampa, que es muy inclinada (aunque en la foto no lo parezca), sino también porque el suelo tiene una arenilla que no permite traccionar a las ruedas. Así que todos terminamos con la bici en la mano, e incluso así costaba muchísimo subirla.


Pero eso sí, era la última del día, porque superada esta continuamos por el camino, ya con menos sube y bajas y, de vez en cuando, también con buenas vistas, en esta ocasión de Villalazán.



 Tras llegar a un vértice geodésico empieza lo bueno, un descenso que comienza con una rampa muy inclinada en la que, si frenas, la ruedas arrastran pero no pierden apenas velocidad. Y a partir de ahí el descenso es un camino de poco más de 30 cm de ancho, con canaletas hechas por las ruedas de las motos, con pequeños toboganes, bastante técnica, de las que despiertan la adrenalina y muy, muy divertida.


Esta sendero terminó por dejarnos a los pies de Las Contiendas o del Culo del Mundo, como queramos llamarlo, y desde allí tomamos un camino, primero en dirección Villalazán, pero después giramos a la izquierda para enfrentarnos a una enorme recta que dejamos inconclusa porque giramos de nuevo a la derecha antes de que terminara.



Y giramos para dirigirnos hacia Bamba. Después de los sube y bajas que habíamos dejado atrás este trazado era jauja así que rodamos a una buena media, lo que permitió que llegáramos a esa localidad en poco tiempo.

Cruzamos por su calle principal y antes de llegar a la iglesia continuamos recto, evitando así el camino habitual. Seguimos por ese camino, si bien finalmente tuvimos que cambiar de dirección para retornar al camino que siempre solemos seguir para ir desde este pueblo a Moraleja del Vino.

El trayecto entre estas dos localidades lo hicimos también muy rápido. La bordeamos, nos dirigimos al cementerio y desde allí descendimos en busca de nuevo del GR-14. Pero como hay una ley no escrita que procuramos seguir a rajatabla, antes de llegar a ese GR giramos a la izquierda para terminar apareciendo en Villaralbo por el camino asfaltado que une esta con Moraleja.



Ya en Villaralbo rodamos por calles poco frecuentadas por nosotros y, tras dejar atrás las últimas casas, continuamos hacia Zamora por el llamado Camino Viejo de Villaralbo que, ni es viejo, ni es camino, es una carretera por la que volamos pensando ya en el final de etapa y en que teníamos que terminar pronto porque tras las duchas de rigor hoy teníamos una gran paella para todos los Bíkers y Galanas en el Bosque de Valorio.

Entramos en Zamora por el barrio de Pinilla, así que atravesamos el Puente de Hierro y dimos por concluida la etapa al llegar al mismo punto de donde partimos, pero tras tomar un reconstituyente hecho de zumo de cebada.


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