En esta ocasión dos bikers hicimos una ruta por el norte.
Salimos recorriendo el paseo marítimo, de ese modo disfrutamos de las vistas y
calentamos. Tras terminar este recorrido nos dirigimos hacia el paseo del río
Landro, un recorrido por los humedales existentes junto a este río justo antes
de perder sus aguas en el mar.
Al terminar el paseo atravesamos Portochao y nos dirigimos
hacia Landrove. Tras salir a la carretera general rodamos por ella unos cientos
de metros y giramos a la izquierda para terminar de nuevo junto al río, en un
camino rodeado de eucaliptus.
Cuando llegamos a un puente lo cruzamos. En la otra orilla
estaba Naseiro. Seguimos un camino que lo bordea y salimos a la carretera, que
seguimos durante menos de un kilómetro, hasta llegar al Souto da Retorta. Ya
allí recorrimos este paraje que parece un vergel, donde conviven los eucaliptus,
de hasta 80 m de alto, los fresnos y otras especies en un espacio muy bien
cuidado.
De un lado el río, del otro un canal y en el medio el camino.
Finalmente llegamos al abuelo de los eucaliptus, un ejemplar enorme.
Desandamos el camino de ida para regresar y al llegar a la
carretera general continuamos por ella ya que al ser Domingo había muy poca
circulación. Al llegar al casco urbano de Viveiro decidimos ascender hasta el
mirador de San Roque, cuatro kilómetros de ascensión continua con rampas muy,
pero que muy inclinadas. Realizamos el ascenso a un ritmo cómodo y cuando
llegamos el premio de la vista que se contempla desde allí compensa el
esfuerzo.
Tras la parada comenzamos el descenso y, lógicamente,
llegamos abajo en un pliis plas. Una vez de nuevo en el pueblo hicimos un
recorrido por las calles más típicas y a continuación volvimos a cruzar la ría
para, de nuevo por el paseo marítimo, regresar al punto de inicio.
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