La idea era rodar un ratito, así que salimos bordeando el río y cruzándolo por el Puente de Piedra para tomar el llamado "carril bici" que va a Morales del Vino.
Desde Morales fuimos a Pontejos por el camino que une ambas localidades. Ya en Pontejos no teníamos muy claro si ir hacia Cazurra o hacia Casaseca de las Chanas...
Para contentar a todos primero llegamos hasta la entrada de Cazurra y allí cogimos la carretera que va hasta Casaseca de las Chanas. Al llegar a este pueblo alguien dijo que por qué no ir hasta el Pino de Gema, así que continuamos por la carretera que va hasta Moraleja, pero antes de llegar nos desviamos hacia la izquierda porque veíamos que nos íbamos alejando de nuestro destino.
Rodamos por caminos por lo que no habíamos pasado nunca, guiados solamente por nuestro sentido de la orientación, y terminamos a los pies de Gema del Vino.
Sin llegar a entrar a esta localidad seguimos un camino que iba hacia la izquierda y este nos llevó hasta una zona que nos resultó conocida del trayecto habitual hasta el famoso pino.
Peeeeero apareció el barro. Un barro finito que se iba adosando a nuestras ruedas y que las agarraba al suelo castigando así nuestras piernas.
Y justo donde comienza la subida, como siempre, bancos de arena que dificultaron aún más nuestra rodadura. Entre el barro y la arena comenzamos la ascensión algo cansados, pero poco a poco y sufriendo como siempre, llegamos todos arriba sin bajarnos de la bici.
Tomamos resuello bajo el Pino tomando nuestro almuerzo.
Aprovechando que el perfil hacia Zamora es descendente y amenazados por las nubes, iniciamos el regreso muy, muy rápidos.
Primero pasamos por Moraleja, y desde esta localidad fuimos a Villaralbo. En Villaralbo cogimos la llamada Carretera Vieja y en un plis plás estábamos en el Puente de Cardenal Cisnero y poco después tomando una caña en Cambalache. Habíamos hecho el recorrido de vuelta en 45 minutos! Hay que ver cómo motivan las cañas...
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